Sigmund Freud dedicó siempre mucha atención y especial cuidado a la divulgación de sus teorías y descubrimientos, consciente de los
riesgos que implicaba dejar sin cubrir esa importante tarea o confiarla a personas insuficientemente familiarizadas con
su problemática. De añadidura, su gran talento de escritor (su capacidad para aunar claridad explicativa y rigor) logró en ese
campo auténticas obras maestras, como «Tres ensayos sobre teoría sexual» e «Introducción al psicoanálisis». A ese mismo género pertenecen también Esquema del psicoanálisis (que incluye las cinco conferencias pronunciadas en 1909 en Worcester, primera exposición de sus ideas básicas ante un auditorio norteamericano) y Compendio del psicoanálisis (recapitulación inconclusa de toda una vida de fecundo esfuerzo, escrita en 1938 publicada de forma póstuma en 1940), así como Las resistencias contra el psicoanálisis (que constituye en buena medida, un
balance de las conquistas teóricas y prácticas logradas por la escuela hasta 1925) y Multiplique interés del psicoanálisis que pone de manifiesto las nuevas vías y perspectivas abiertas por el movimiento freudiano no sólo a la psicología sino también a la filología